Una de nuestras E-Bikes se llama Helena.
Figura fundamental de la guerra de Troya, sus orígenes se pierden en el mito: para algunos era hija del rey de Esparta y su esposa Leda, hermana de Pólux, Cástor y Clitemnestra.
Helena, emblema humano de la belleza, rostro espléndido, para despertar las lujurias de París que la secuestra a su marido Menelao, rey de Esparta y valiente luchador, durante una visita diplomática y la lleva con él a Troya.
El gesto desencadena una de las guerras más devastadoras y largas de la epopeya clásica, narrada con ardor en la Ilíada de Homero.
Menelao y Paris llegan por fin al choque, al duelo. ¿El premio? La hermosa Helena y las riquezas inestimables y no menos importante, el final de la guerra.
Helen va a la torre ubicada cerca de las puertas de Scee y afligida se prepara para su destino.
Aquí está Menelao, que le pide justicia y ayuda a Zeus para matar al enemigo, para que sirva de advertencia a las generaciones venideras.
Ayudado por una densa niebla traída por Afrodita, París sin embargo escapa y se reencuentra con Helena, peleada en la estima hacia Menelao, ahora proclamado vencedor del duelo.
Paris no morirá como un héroe, y Helen no será liberada si no es después de un nuevo matrimonio con el hermano de estos. La Odisea quiere que finalmente se reconcilie con su legítimo esposo y reine sobre Esparta, aunque ella no sea del agrado de la gente que vio en ella la causa de innumerables desgracias.
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