Mi único palacio veronés, en el corazón de la ciudad antigua, a un paso de Porta Iovia (hoy Borsari).
Contrada S. Marco era una herencia de la Edad Media, a un paso de las ruinas del mundo perdido que estábamos reconstruyendo de nuevo. Giambattista Della Torre fue uno de los hombres que pudo permitirse entender, soñar y realizar esta visión.
Vinculado a "mi" Valmarana y a los Thiene, amigo de "mi" Giangiorgio Trissino, me pidió que diseñara su pequeño palacio municipal.
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