En 1805: Da Ponte parte hacia Nueva York para... escapar de sus acreedores londinenses.
De hecho se va a América para intentar empezar de nuevo, con su mujer e hijos ya transferidos al Nuevo Continente, una vida que ahora es imposible llevar a cabo en Viena, donde se ha visto envuelto en muchas aventuras atrevidas. Trató de ganarse la vida en el comercio del tabaco y el alcohol, la tienda de comestibles y la librería antes de convertirse en profesor de lengua y literatura italiana en el Columbia College de Nueva York. También fue en Estados Unidos donde Da Ponte escribió sus Memorias, que se publicaron en cuatro volúmenes.
En Nueva York, el 23 de mayo de 1826, Da Ponte interpretó Don Giovanni y fue un triunfo. Así, ya en 1826, y gracias a Da Ponte, Mozart se adentra en los escenarios americanos. En 1833, recaudó fondos para la creación de una ópera italiana en Nueva York y trajo a Pietro Maroncelli, pero fue un fracaso.
Murió en Nueva York en 1838 y se le dio un imponente funeral en la Catedral de San Patricio en Mulberry Street.
Hombre de letras y aventurero, amigo de Casanova, fue también el introductor y propagador de la lengua, la literatura y la ópera italianas en América.
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