Una de nuestras bicicletas eléctricas Palladian se llama Fiammetta.
La primera figura de este nombre que nos viene a la mente es uno de los personajes del Decamerón de Boccaccio que, para escapar de la ola de la peste, se encierra en una vivienda a las afueras de las murallas de Florencia y, para pasar el tiempo, se cuentan novelas cortas a lo largo de los próximos diez días, como dice el propio título de la colección, procedente del griego, con el objetivo de entretenerse y pasar el tiempo.
Las novelas contadas por Fiammetta suelen tener como trasfondo el amor: el rey de Francia enamorado de la marquesa de Monferrato, dos amigos que se desean la mujer, las traiciones, Tancredi que mata al amante de su hija y acaba perdiéndola también. Y entrelazados en la trama, chistes, engaños, mentiras y codicia. Una alternancia de giros y vueltas y cambios inesperados que recuerdan al Shakespeare de los secretos susurrados y los acontecimientos que sufren las pequeñas elecciones de los personajes en un terremoto imparable que acaba en tragedia. Aquí el aire es más ligero, y la enseñanza es evidente y directa: qué hacer y qué no hacer, para ser individuos moralmente aceptables, aunque es evidente la sonrisa oculta del narrador, el sonrojo de las mejillas y el escalofrío provocado. por los escándalos que acabamos de escuchar.
Fiammetta aquí es la protagonista absoluta, es de hecho la amada por Boccaccio, es la mensajera de los sentimientos y pensamientos de los amantes.
Sin embargo, hasta la fecha no conocemos la identidad de Fiammetta, aunque se rumorea que era hija natural del rey Roberto d'Angiò. El joven Boccaccio la conoció en una iglesia de Nápoles hacia 1330. Inmediatamente quedó prendado de su extraordinaria belleza y brillante personalidad y le escribió algunos versos. La relación nunca será afortunada y aunque por un momento la rubia parezca corresponder al sentimiento del Poeta, nunca se podrá decir que el amor haya florecido entre los dos, y Boccaccio quedará sólo como el sabor amargo de lo que pudo haber sido. sido y nunca fue.
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